De ruta gastronómica y de ocio por la Alameda

Si hay una zona de Sevilla conocida dentro y fuera de nuestra ciudad, esa es la Alameda de Hércules. La vida sevillana y, sobre todo su noche, no serían lo mismo sin este cosmopolita y bohemio barrio donde todo tiene sabor a nuevo, aunque conservando el retrogusto de la historia y la tradición de la capital hispalense. El que es el bulevar público más antiguo y grande de Europa, tal y como os avanzamos en una entrada anterior de nuestro blog, cuenta con múltiples opciones de ocio y de gastronomía que atraen tanto al sevillano como al turista por su vanguardia y ambiente creativo. 

Si vais a viajar próximamente a Sevilla y queréis visitar este céntrico espacio de la ciudad, recordad que varios de nuestros alojamientos se encuentran en la zona. Nos referimos a nuestros edificios Singular Alameda, Singular Gran Poder o Singular Peral. Todos ellos dotados con todo tipo de comodidades que harán que os sintáis como en vuestro propio hogar y con una situación inmejorable para que podáis vivir la ciudad sin tener que preocuparos de largos desplazamientos. Y,si se os ha olvidado algo en vuestro equipaje, nos os preocupéis, en la Alameda encontraréis de todo. 

¿Y qué es aquello que no podéis dejar de experimentar o saborear de la Alameda de Hércules? Seguid leyendo, que os resumimos. 

Un día en la Alameda

Para empezar, ¿sabéis por qué es conocida como la Alameda de Hércules? Alameda porque es un gran bulevar o paseo y de Hércules por las dos columnas que hacen de pórtico a la entrada de la plaza, que provienen de un templo romano del siglo II que se descubrió en la también sevillana calle Mármoles. Sobre ellas se colocaron las estatuas de los dos fundadores de la ciudad: Hércules y Julio César. Ambas obras datan de 1578 y son de Diego de Pesquera.

Una vez conocido este dato histórico, entremos en materia. La Alameda gusta y nos gusta porque es como una ciudad dentro de la ciudad. Podemos pasar en ella todo un día disfrutando de buenas comidas y charlas en las terrazas de sus bares, descubriendo sus tiendas, visitando sus galerías y librerías o yendo al cine y/o al teatro. Y todo en el mismo sitio. 

Podríamos comenzar el día recargando pilas con un buen desayuno en Café Piola, en Gigante Bar o en No Piqui. Éste último es famoso por sus hamburguesas, aunque también se ha especializado en desayunos. Para hacer un brunch, aunque ésta no es la zona más típica de Sevilla para ello (cerca,en San Luis, está KOK, por ejemplo), os recomendamos ir a probar las opciones de la carta de Nickel, también popular por sus hamburguesas gourmet, pero con una renovada apuesta por el brunch. Si lo que queréis es un desayuno más tradicional os animamos a acercaros a la calle Feria, en la trasera de la Alameda. Cualquiera de sus bares os servirán las típicas tostadas y no pueden faltar los churros en el Mercado de la Calle Feria.

Es toda una experiencia alargar la mañana paseando entre las peculiares tiendas de esta calle (allí nos podemos encontrar desde agradables librerías como el Gusanito Lector, a antiguas cesterías, tiendas de muebles, de ropa de segunda mano o tradicionales barberías) o descubriendo los comercios de Amor de Dios hasta la hora del aperitivo. No puede faltar una visita a el Vizcaíno para probar su vermut o una cerveza bien fría e ir abriendo estómago hasta la hora del almuerzo. Y aquí es donde nos encontramos con la difícil tarea de elegir entre sus muchos bares o gastrobares. 

Os destacamos algunos como el Chifa Tapas, con propuesta de fusión entre gastronomía japonesa y peruana. No podéis dejar de probar su nigiri de black angus y su ceviche. También os proponemos descubrir la comida del restaurante japonés Matsuri (en Amor de Dios); las ya típicas tapas del Dúo Tapas o del Antojo; las hamburguesas del No Piqui; el rissoto de boletus y el tartar de atún rojo del Pangea o probar las cervezas artesanales y los huevos frikis del Maquila. 

Tras el almuerzo, y si aún queda hueco, podemos tomar un café en algunas de las terrazas de la Alameda como la del Café Habanilla, El Corto Maltés o el Central. ¡Cuidado! ¡Que es muy probable que os apetezca seguir con una copa -o varias- y se os eche la noche encima! El ajetreado pero agradable ambiente de la zona, con zonas de juego al aire libre para los niños si viajáis en familia, ayudarán a que no os queráis levantar del que ya se habrá convertido en vuestro bar favorito de la zona (cualquiera de los de la Alameda).

Pero si aún os sobran ganas de descubrir lugares antes de la cena podéis revisar la programación del Teatro Alameda; visitar alguna de sus galerías de arte como Birimbao, Delimbo o La Galería Roja; ir a ver alguna película en el Cine Cervantes o disfrutar de un momento musical en algunas de sus salas de jazz como el Naima Sevilla. 

Para la cena, podéis descubrir alguno de los lugares que no os dio tiempo a conocer durante el almuerzo y luego seguir alamedeando de noche. El Mercado de la Calle Feria es una buena opción.

Las opciones para la noche 

Si os gusta disfrutar de la música en un bar mientras os tomáis algo estáis de enhorabuena, ya que en la Alameda caben todos los estilos. Otro dato curioso: aquí nació el rock andaluz, un estilo único que se forjó de la mano de grandes como Jesús de la Rosa, líder del mítico grupo Triana. ¿Lo sabíais? 

La Sala Fun Club, fundada en 1987 convirtiendo a la Alameda en centro neurálgico del rock en Sevilla, la Caja Negra (ahora en la calle Trajano, 44), la Sala Holiday, el Bar Sonoro o el Utopía son algunas de las opciones para mover el cuerpo. Y para terminar, o no, tampoco puede faltar una visita al recién inaugurado Akelarre (en la calle Peral), un local innovador donde podrás disfrutar de conciertos, charlas, sesiones de ‘micro abierto’, meriendas o largas noches.

Categorías: Singular Peral